Virtual Transplant Reality

Asociación HePA es pionera mundial a la hora de utilizar las realidades extendidas como herramienta terapéutica que mejore el proceso del trasplante. Virtual Transplant Reality es la primera plataforma en Realidad Virtual y Aumentada de atención psicológica al niño y adolescente trasplantados.

VTR es un proyecto pionero a nivel mundial desarrollado por Asociación HePA en colaboración con el centro universitario: U-tad y la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital La Paz: IdiPAZ, que pretende mejorar la calidad de vida y el bienestar psicoemocional de los pacientes pediátricos con trasplante hepático y el de sus familias.

El proyecto consiste en la creación de una plataforma tecnológica que incorporará y gestionará todas las experiencias en realidad virtual y realidad aumentada. En cada experiencia se utilizarán técnicas gamificadas, narrativas e interactivas, así como se crearán mundos inmersivos, adaptados a cada problemática. Estas tecnologías facilitan el entrenamiento y la adaptación de los usuarios a entornos aislados y controlados. Además son de fácil manejo y se pueden ejecutar en diferentes tipos de dispositivos, según las necesidades de cada paciente.

El proceso de trasplante en un paciente pediátrico supone una serie de consecuencias para el enfermo y su familia a nivel emocional, social, económico y laboral. A través del uso de la Realidad Virtual y de la Realidad Aumentada, VTR pretende paliar estas consecuencias, así como mejorar la calidad de vida y el bienestar psicoemocional, tanto del paciente como el de su entorno.

Para ello desarrolla escenarios y experiencias virtuales, (que seguirán un proceso evolutivo durante las fases del trasplante) desde una triple perspectiva:

  • Prevención (anticipando diferentes escenarios): el objetivo es entrenar a los niños en aquellas situaciones estresantes o potencialmente traumáticas como estancias en UCI o pruebas diagnósticas aparatosas, que suelen producir mucha angustia y ansiedad en este tipo de pacientes. De esta manera, cuando llegue el momento serán capaces de controlar estos estados de animo, pudiendo hacer innecesaria la administración de anestesias evitando así el consiguiente riesgo para el paciente y contribuyendo a una reducción de costes para el sistema.

 

  • Distracción (terapias distractoras del dolor o de manejo del mismo): se pretende cambiar el foco atencional del paciente pediátrico para que se centre en los estímulos que le proporcionará esta herramienta y no en las pruebas médicas.

 

  • Concienciación (autocuidado y adherencia al tratamiento): se favorece la adherencia al tratamiento tanto de los pacientes como de su entorno (amigos, familiares) haciéndoles participes de las rutinas del niño trasplantado (pruebas médicas, ingresos, cirugías, estancias en Unidades de Cuidados Intensivos, medicación, rutinas de cuidado y precauciones, prohibiciones médicas, etc.).